miércoles, 7 de marzo de 2012

PARA TI ES LA VIDA

Leyendo esta noticia, por un momento he sentido vergüenza ajena. Algo parecido a lo que me pasa cuando veo bailar a Pablo Motos. Este señor tiene como ocupación la de ser director de una oenegé, y con la excusa de concienciar a la gente de la grave crisis que vivimos, ha decidido vender la grasa que pierda mientras esté inmerso en la larga caminata que se ha propuesto completar. 3.300 km, dice la noticia. Y espera perder 33 kilos, que es lo que ha calculado que le puede sobrar. Aparte de rostro, le sobre algún kilo más, pues el amigo ronda los 130. Sólo pide, el gran Dire, que su grasa sea apadrinada a razón de 2,5 € cada gramo. Vale, venga... ¿Donde está la cámara?
- "Me sobraban unos 33.100 gramos de grasa y se me ocurrió ponerlos en venta", explica el director de la ONG. "Supongo que nunca se ha apadrinado la grasa".- realmente dicho por mister director.
Supones bien, amigo Dire. Lo de apadrinar grasa es un invención tuya, que rápidamente debes ir a patentar aprovechando la caminata que te estás pegando. No sea que algún espabilado haga suya tu gran idea. Te vas a forrar con el invento. El mundo será mejor a partir de ahora. Sin contar con el peso que le quitas de encima. Y gracias, también, por concienciarnos de que la crisis es una gran putada. Sin tu ayuda corremos el riesgo de que nos termine gustando estar en paro, cobrar menos o tener que irnos a otro país. Gracias, de verdad. Y como agradecimiento he decidido apadrinar un gramo de tu grasa perdida, para lo cual enviaré al país de las maravillas un billete de 2,5 €, y la siguiente carta:

Estimado Sr. Director.
Ante su encomiable acción adjunto remito lo necesario para realizar el apadrinamiento de un gramo de su grasa, que espero acepte gustoso. Muchas gracias por su recordatorio, aunque la subida en el IRPF que me han aplicado recientemente me recuerda la crisis todos los días. No obstante, me gustaría exponerle algunas consideraciones:
- Según mis cuentas usted perderá 1 kg cada 100 kilómetros. Poco me parece. Supongo que se parará usted de vez en cuando a evaluar la gastronomía de la zona. Acuérdese entonces de la crisis. Más de uno, después de 100 kilómetros, perderíamos algo más de un kilo, aparte de las ganas de vivir. Le sugiero que considere como opción, para aumentar el ratio de pérdida de peso, parar de vez en cuando en los lugares esos de luces de colores.
- El precio que usted le pone a su grasa es de 2.500 €/kg. Ni el kobe japonés, machote. Si la aprecia usted tanto, reconsidere la opción de perderla. Puestos a vender lo que nos sobra, debería usted vender imaginación al peso, pero no le ponga un precio demasiado alto, porque si la vende toda se va a forrar de todas formas.
- Al apadrinar su grasa, espero recibir un bote con la misma, que voy a utilizar para mojar la yesca con la que encender una fogata para entrar en calor, porque pronto nos van a cortar la luz del coche. Nuevamente gracias por recalcarnos la gran mierda en la que estamos inmersos.
- Perdóneme si le digo que su solidaria acción no me lo parece tanto, de ahí mi escasa contribución. Sólo espero que si recauda los 82.500 € que pretende los utilice en una noble causa, y le recalco de nuevo lo de las luces de colores.
- He visitado su página web y no me acaba de quedar claro a que van a destinar los fondos recaudados. Entre que el catalán solo lo chapurreo y que tienen una especie de código indescifrable para explicar a qué se dedican, empiezo a pensar que se fuman ustedes un puro diariamente. No obstante, por ser fumadores no les retiraré mi asignación.
- Por último, solicitarle que en lugar accesible cuelgue usted la opinión valorada sobre los restaurantes visitados, y cuelgue alguna foto con Elisabeth y Nathalie, en la que se aprecie en su gran rostro el estado de descojono inmenso mientras piensa en nosotros.

P.D.: Sólo espero que consiga, finalmente, ponerse usted en forma, que con la vida que lleva sería una pena no alargarla al máximo.


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