jueves, 10 de mayo de 2012

LAS GANAS DE MATAR


De un tiempo a esta parte, la gente tiene los nervios de punta. Ésto se nota. El nivel de crispación está en ascendente y no a todo el mundo le sirve aquello que hacía Karl Winslow de "uno, dos y tres, cuatro, cinco y seis, yo me calmaré, todos lo veréis". Gracias a esta poética frase, el gran Karl evitaba pegarle un tiro en la puta cabeza a su vecino gafón. Todo ficticio, claro. Pero esta irritación traspasó las pantallas y se apoderó de los productores televisivos, pues al actor que encarnaba a Steve Urkel (Jaleel White), no le han vuelto a llamar ni para una cerveza. Y como siempre la realidad supera a la ficción, encontramos esta noticia, que resumo brevemente:
- Un tío va rápido con el coche y le hacen dos fotos en el mismo sitio. Se le inflan los huevos y le pega tres tiros al radar fotógrafo, con la consecuencia de tener que pagar 5.400 €, y, seguramente, 33.000 € más por el arreglo del radar. Acojonante. Este tío es tonto hasta las doce, y después todo el día. Si el chisme hace fotos, tiene cámara... en fin.


Y es que hay veces que hay que contar hasta diez, y pensar antes de actuar. Éste es el motivo por el que multitud de mujeres mayores han salvado sus vidas tras intentar colarse en la pescadería del El Corte Inglés. No faltan ganas, a veces, de darle un sopapo a alguna de estas señoras, y desparramar el contenido de su cesta por el suelo, mientras pisas sus gafas de punta de nariz, sobre todo a las que dicen eso de: "pero vamos, que yo no me quiero colar, pero es que llevo congelados, y por eso la prisa..., pero no se preocupe, que no se van a acabar los boquerones...". Que ganitas de decirle: "señora, es usted gilipollas del culo, váyase a la mierda, que está usted tonta". Pero no, eso no está bien, hay que reconocerlo. Así que sonríes falsamente a esa abominable señora, y paras. A veces me permito alguna licencia, como un "hija de puta" por lo bajini. 
Al margen de este insulto susurrado, que sé que está mal, y por el cual me arrepiento (los cojones), hay situaciones en las que nos gustaría actuar como al asesino de radares. Describamos un par:


Vas caminando por la acera y te aproximas a la puerta de un garaje. Justo cuando vas a cruzar sale un coche a gran velocidad, conducido por una mujer de mediana edad que, ni ha pitado para avisar, ni ha considerado parar. Así que frenas en seco, y ves como las ruedas del turismo acarician la punta de tu pie más adelantado. La señora no te mira en ningún momento. Como siempre tiene la ventana bajada los improperios que sueltas no llegan a sus oídos, pero sabe que te estás acordando de sus familiares directos, y te pone cara de culo. Alguien debería decirle a estas mujeres de mediana edad que si un coche se cala no explota, ni se origina el fin del mundo. Todo sigue igual cuando se cala un coche. Para ellas es mucho mejor pasar por encima de un viandante que tener que arrancar el coche de nuevo. Deberían hacer terapia para eliminar de sus pesadillas la malvada rampa del garaje. Y esto me da ganas de matar.


Otra: Estás sentado en el sofá después de haber comido a toda hostia para poder dormir una siesta de escasos 20 minutos y justo cuando estás en lo mejor, suena el teléfono de casa:
- Hola señor, buenas tardes, le habla Suyana Yoanis, y queremos ofreserle la nueva tarjeta de Bankinter para clientes preferentes.
- ¿Cómo dice que se llama?
- Suyana Yoanis.
- No me lo creo, señorita. Eso no es un nombre.
- Si que lo es. Ese es mi nombre.
- Vale, ya sabemos que sus padres son unos cachondos... ahora,¿ porqué me llama a las 4 de la tarde?
- Porque queremos ofreserle la nueva tarjeta de Bankinter para clientes preferentes.
- Yo no soy cliente de Bankinter, así que dudo mucho que sea preferente.
- Espere que lo compruebo...
- No hace falta que lo compruebe, señorita, yo le doy mi palabra de honor.
- Sierto, señor, ha habido una confusión. La tarjeta que queremos ofreserle es del Santander, por ser cliente preferente.
- Tampoco soy cliente del Santander.
- Espere que lo compruebo....
- No hace falta, señorita, se lo juro por mi padre.
- Sierto señor, ha habido una confusión. Lo que queremos ofreserle es un presio espesial en su ADSL.
- No tengo ordenador, señorita... pero si un sueño de la hostia.
- Pues podemos ofreserle un ordenador portátil a un presio irrechasable.
- Pues voy ser yo el primero en rechazarlo, y le ruego que no me llamen más, para nada, ni aunque crea que me va a salvar la vida con ello. Y dígale al mismísimo Botín, si le ve, que se vaya a la mierda, y acompáñele usted, de paso.
- Pero señor, es una gran oferta.
- Me importa una gran mierda. No me llamen más. 
Y esto me da ganas de matar.


Y la última y más irritante de las situaciones: Llegas a casa a las 9 de la noche, después de haber salido a las 8 de la mañana. Te pones cómodo. Abres una cervecita muy fría, rozando la congelación. Unas aceitunitas para acompañar el momento. Sofá preparado y pies sobre la mesa. Nada pueda arruinarte este momento. El tacto del mando de la tele es una sensación increíble. La enciendes y...¡¡aparece Pablo Motos bailando¡¡. Horror. Todo se desvanece. Todo se torna oscuro. La vergüenza ajena te absorbe. Y ahí está el tío... bailando, con menos estilo que Fraga Iribarne. Comienzas a palpar el sofá en busca del mando, pero no está. Sigues palpando pensando que el azar ha podido poner un arma cerca. La usarías sin pensarlo. Hasta la cerveza tiene un sabor raro. Tu cuerpo sufre convulsiones por momentos. Y el tío sigue con el baile. No puedes más. Notas como el menú del almuerzo avanza hacia la luz, y de pronto... se apaga la tele. Dios existe. Y escuchas su voz: - ¡¡Llegas y te sientas a ver la tele¡¡, me podías ayudar un poco,¿no?. 
Y estas palabras son para ti la más bella de las sinfonías.


Así que cuando afrontes una situación sumamente irritante, mira a tu alrededor, comprueba que Pablo Motos no está cerca, y piensa que pudo haber sido mucho peor. 



miércoles, 18 de abril de 2012

GRANDES MENTIRAS VERDADERAS

Me gusta mucho este foto-montaje. Ciertamente no es muy original, pero los semblantes de ambos personajes ilustran muy bien la situación. Serviría como portada para el grupo que mi amigo Carlos Puerto ha creado en facebook: Argentina ha expropiado YPF Repsol... ¡Nacionalicemos nosotros a Messi¡ Los grandes aficionados al fútbol solemos extrapolar cualquier situación al ámbito futbolístico, aunque Messi es más importante para Argentina que YPF para España. 

Allá por el año 1993 los Kirchner apoyaron la privatización parcial de YPF, para después vender su 5% a Respsol al módico precio de 600 millones de dólares. Años más tarde Cristina nacionaliza la compañia, o gran parte de ella. Gran jugada para el equipo Kirchner. Pero eso no es nada comparado con reclutar a Messi con 13 años para jugar en la liga española. En definitiva, ahora estamos empatados: los españoles tenemos a Messi, robado cuando era preadolescente, y Argentina tiene a YPF, robada cuando... bueno.. robada. Aún así el empate no es total, porque Messi con la albiceleste no le mete un gol al arcoiris.
Y esto me hace "pensar" en las grandes diferencias y similitudes entre Argentinos y Españoles. Echemos un vistazo:

- Españoles y argentinos hablamos el mismo idioma: en varias ocasiones he oído que los argentinos son italianos que hablan español. Maradona fue uno de los que afirmó tal extremo. Y teniendo en cuenta que el rigor científico de wikipedia supera con creces la fiabilidad de las palabras de El Pelusa, me atrevo a pensar que esta afirmación es incorrecta. Si todos sabemos que el idioma italiano es igual que el castellano, pero hablado despacio y con los yemas de los dedos juntas y apuntando hacia arriba... pues, hostia... ¡¡los argentinos hablan italiano¡¡ Excepto Jorge Valdano, que habla chino. Error.

- Argentinos y españoles son grandes apasionados del fútbol: esto podría ser verdad si a lo que juegan en Argentina fuese fútbol. Que no lo es. Supongo que los ingleses pensarán lo mismo del fútbol español, pero me niego a creer que pasarse la pelota en el centro del campo, la mayoría del tiempo andando, marcar un gol cada seis meses, que el público haga una avalancha con varios muertos y quemar alguna moto en las gradas para lanzarla al cesped, sea fútbol. No sé que deporte es ese, pero fútbol no. Yo lo llamaría lanzamiento de moto ardiendo, con avalancha de fondo y futbolistas corriendo, todo ello adornado con una lluvia de pelotas de goma disparadas por tipos con casco. Sé que es algo largo, pero lo resumiría en quema la moto y maricón el último. Otro error.

- Españoles y argentinos son muy familiares: y con esto me refiero a que tiene apego a la familia y promueven reuniones periódicas. Esto podría ser verdad, pero es una tapadera. En el caso español se utilizan los encuentros familiares para cagarse en la puta madre del cuñado de turno, tras acabarse una botella de vino. Eso sí, buen vino. Si se llega a las manos, todo perfecto. En el caso argentino, se utilizan para comerle la oreja al cuñado, y autoconvencerse de que Gardel no es Uruguayo. Pocas situaciones son más extremas que dos argentinos discutiendo. Si el cuñado asoma un hilillo de sangre por la oreja todo está correcto. Realmente en ambos casos esto se hace para ahorrarse el dinero del psicólogo.  

- Argentinos y españoles son grandes aficionados a la lectura: aquí el minipunto es argentino. Los argentinos son capaces de leer cualquier libro. Si es de un autor desconocido, mucho mejor. Si no te enteras de nada de lo que estás leyendo, muchísimo mejor. Si las palabras son raras y en desuso, sublime. Da igual. Lo único que pretenden es memorizar alguna frase que no quiera decir nada, pero que en su esencia parezca que explica el sentido de la vida, y soltársela al cuñado en una comida familiar. Pero el cuñado ha hecho lo mismo, y entonces empieza el lío. Una interminable conversación de dos tipos diciendo nada, sin parar de hablar y gesticular, y bebiendo un líquido turbio caliente, con una pajita. De cualquier manera, el tanto es para los argentinos, porque los españoles sólo podemos leer revistas de cotilleo, prensa deportiva y biografías no autorizadas. 

No hace mucho leí que el límite del humor es el nacionalismo. Espero que no sea así. Para mí, si existe, el límite del humor está en el insulto. Y riéndonos de nosotros mismos no insultamos a nadie. Con la situación actual hay que ser serios, estar atentos, interesarse por la situación, intentar cambiarla, aprender, crecer, trabajar, ayudar...pero que no nos expropien el humor, porque entonces sí seríamos todos iguales.

lunes, 9 de abril de 2012

JAVIER BARDEM ES HOMOSEXUAL


Gracias al título de esta entrada estoy seguro de que será de las más visitadas, si no la más. Y es que voy a utilizar el antiquísimo método de confundir al lector suponiendo real lo que es ficticio. Ahora sólo tengo que complementar el título con algo como: "... en las películas Antes de que anochezca y Las Edades de Lulú".
 Pero con el título consigo que el lector piense por un momento que el señor Bardem ha publicado un comunicado donde expone su ruptura matrimonial con Penélope, y aclara que el hijo de ambos es fruto de las más avanzadas técnicas reproductivas, y que está cansado de todo, y ha decidido salir del armario. Y ésto hay quien lo imagina porque es lo que nos gustaría que fuera real. No lo podemos negar. Un matrimonio de famosos que no se tire la vajilla a la cabeza es el tedio máximo. Por tanto, aunque nos moleste, el amigo Brad mantiene la cabeza de su amada libre de resaltes. Que sepamos.
Y es que un titular así nos llama, nos obliga a leer la noticia con la esperanza de que se describa alguna infidelidad, accidente, asesinato o similar casuística. Así que Angelina va a hacer una versión de la Bella Durmiente y su personaje lleva cornamentaQue puta mierda. Con las ilusiones que me he hecho por momentos. Ya estaba yo pensando en un reencuentro Pitt-Aniston con fotos explícitas, y todo. Que basura. Que decepción.
Que el morbo vende no es discutible. Y todavía hay más barreras que rebasar. Nadie movería el culo del sofá si en el telediario de antena 3, cuando esté el señor Brasero dando el parte meteorológico, apareciera Matías Prats y le diese una gran hostia en la cara, con la mano abierta. Sin mediar palabra. Los segundos siguientes serían los más memorables de la historia de la televisión. Un Madrid-Barça pasaría a segundo tema de conversación. Incluso a tercero si un día de estos el Hombre de Negro le diese un cabezazo a Pablo Motos. La violencia no está justificada, y aunque Pablo se merezca un tarrazo, no es de recibo. Habría que preguntarle si estaría dispuesto a sufrir una agresión física a cambio del subidón de share. Ya lo estoy viendo con los pantalones en los tobillos. 
Esta técnica se utiliza desde antes incluso de Telecinco, cuando aquel programa de Sánchez Drago que no veían ni sus familiares directos, experimentó un gran aumento de audiencia después de que apareciese Fernando Arrabal, con la pelfa graciosa. El Mineralismo va a llegar, decía el cachondo.
Eso sí, Telecinco es el máximo exponente de la basura televisiva, incluyendo todas las tardes unas cuatro o cinco horas de mierda continuada. Amén de otros momentos de basura dispersa, como los talkshows de la cadena, que dan ganas de salir a la calle con un rifle. Por no hablar de Pedro Piqueras. Siento un escalofrío cuando escucho su voz. La asocio con muerte y destrucción. Seguro que hay alguno que ha saltado de una azotea tras escuchar a Piqueras hablando de lo que sea. La gente se le aparta por la calle. ¡Que entonación¡. Si el mismísimo Satanás tomase la palabra, lo haría por boca de Pedro Piqueras. Inquietante.
Pero no nos engañemos. No toda la culpa es de Pedro Piqueras. La prensa y la televisión se adapta a lo que queremos ver, de ahí que el fútbol acapare la mayoría del tiempo destinado a noticias, y que las páginas de sucesos sean cada vez más numerosas. 
Y digo yo que si la mayoría de la gente afirma que mira los documentales de la 2, redes, saber y ganar, informe semanal y modern family, lo que pasa es que les han ido a poner los 4625 audímetros que hay en España a los mayores degenerados del país, que son los que ven Sálvame, Gran Hermano, La granja, La noria, DEC, Hombres mujeres y viceversa, y al de la moto.
Y es que tenemos lo que queremos tener, lo que nos merecemos. Todos decimos varias veces a la semana eso de: vaya puta mierda de tele. Pero es la mierda que queremos... es nuestra mierda.

lunes, 26 de marzo de 2012

EL QUE SE CREÍA PAQUIRRÍN


En mi oficina todos vemos alguna serie por televisión. Mayoritariamente series americanas, del norte. Así que, como estamos enganchados, sólo hablamos entre nosotros cuando vamos andando por el pasillo. Me pregunto si no tienen una sala de reuniones, y cómo puede ser que siempre tengan que ir al mismo sitio, y con más prisa que un aparcacoches. No sé. Como a nosotros nos mola esa forma americana superprofesional de transmitir la información en la oficina, pues quedamos en la puerta y nos recorremos los pasillos. Incluso hemos empezado a introducir términos en nuestras conversaciones como "boligrafística", "planística" o "central calculística", porque mola mucho más. 
- Oye, Jorge, ¿tenemos ya los planos del proyecto?
- No, Jotacé, los de planística no han terminado aún. Están esperando los últimos datos de calculística.
- Ok, Yorg, estate encima de ellos. No podemos perder más tiempo. Voy a comprarme unos pantalones... cuando venga de pantalonística quiero los planos sobre mi mesa. Si quieres alguna cosa, estaré andando por el pasillo, que tengo una reunión.
El compañero Jotacé (Juan Carlos) está un poco más enganchado que el resto. Bueno, roza lo enfermizo. Ya no viene a desayunar con nosotros. A la hora del desayuno va a una cafetería que tiene un sofá y le dejan  sentarse en el respaldo y poner los pies encima. Además, le ponen el café en una taza grande de colores, y obliga al camarero a que diga su nombre, con tono ascendente, cuando entra por la puerta. Creo que Juan Carlos se está quedando en la parra. Ahora va con una pistola en el cinturón, y cuando se cabrea con el delineante, se aparta la chaqueta y se la enseña. La pistola. Creo que un día la va a usar, y entonces sí vamos a salir por la tele. En su flipada suprema, cuando hay silencio en la oficina, coge el teléfono y habla en inglés inventado, y se carcajea, y el teléfono ni siquiera ha sonado. De hecho se lo hemos desconectado. Ya no podemos fumar a su lado, porque  se empieza a rayar con nosequé de un humo negro, y unos números. Se está quedando arriba. El otro día le robaron el coche. Llevaba varias semanas que lo dejaba abierto y con las llaves puestas. Cuando vio que su coche no estaba dijo:
- ¡¡Jodidos bastardos¡¡, ... ya soy demasiado viejo para esta mierda.
Y se encendió un pitillo. Está como una puta cabra. Puso la denuncia por lo del coche, y cuando el policía se iba le dijo:
- Muchas gracias, Agente Martínez, gracias a hombres como usted, que luchan a diario por nuestra libertad, somos la mejor nación del mundo. 
- De nada, Jotacé, pero soy el Agente Especial Martínez.- Otro puto loco, pensé.
De vuelta a la oficina vino a verme:
- Me han robado el coche, hermano, y no sé de donde voy a sacar ahora 20 de los grandes.
Y eso no es todo. El otro día saqué un café antes que él en la máquina y me dijo que no le respetaba, y que haría que los de asuntos internos me expedientaran. Sólo pude mirarle fijamente a los ojos esperando alguna sonrisa bromista, pero no movió un solo músculo de su cara.
-Vale Juan Carlos, tómate un descafeinado no sea que te dé un infarto, machote.
Su familia empieza a estar algo preocupada. Me llamó su madre y me dijo que no había visto a su hijo tan mal desde que falló aquel lanzamiento en la universidad porque el quarterback había puesto el balón con las costuras hacia dentro. Colgué rápidamente, y tiré del cable del teléfono. Están todos sonados.
Como está claro que su familia no puede ayudarle, en la oficina estamos intentando echarle una mano, y controlamos el consumo televisivo de Jotacé. Ya no ve series americanas en la tele. Hoy a llegado a la oficina con la cabeza rapada, una camiseta de manga larga de listas horizontales azules, un vaquero semi gastado y zapatillas deportivas, y caminando con los pies a las tres menos diez.
- Quillo, Sésar, ... ¡vente y nos tomamo argo, cohone¡.- Y he ido, me ha podido la curiosidad.
- Quillo, tío... hoy me he percatado de que mis hermanos son los toreros de la familia, pero yo soy el artista.
El puto anormal se cree Paquirrín. Estoy acojonado. Me ha entrado el pánico. No sé porqué, pero me sentía más seguro cuando Juan Carlos iba con una pistola en el cinturón.